martes, 9 de febrero de 2010

Nota de prensa publicada en El Diario Vasco

Nerea Uzquiano Segurola, colaboradora de la pagina literaria El Arte de la Literatura, publica su primera novela “Caminos Cruzados” con la editorial ArtGerust.
La joven escritora villabonatarra, aunque afincada desde hace unos años en Idiazabal, ha publicado la primera novela de lo que sera una triologia.
La novela dirigida al publico juvenil, nos relata las vivencias de dos bandas callejeras.
La novela opta al 1º Certamen de novela organizado por dicha editorial.

Nerea Uzquiano Segurola en Wikipedia

Escritora y critica literaria.

Nace en San Sebastian el 19 de Noviembre de 1977. Es la menor de 6 hermanos.

Pasa su niñez y adolescencia en un pueblo llamado Villabona a 20 km de San Sebastian. Cursa sus estudios en el colegio Doctor Fleming, donde ya destacaba por su habilidad literaria. En su adolescencia colabora con varias revistas juveniles de la epoca. Ya en su juventud, se hace una reconocida articulista, publicando columnas en revistas y periodicos. De esa epoca fueron especialmente reconocidos los articulos “los sindicatos” y “A las filas que llega el alarde”, ambos publicados en la revista digital “ROJ@S” y que destacaban por su alto contenido en critica social. A partir de los 25 años, su vida literaria y personal dan un giro de 180 º. Se traslada con su pareja a vivir a Idiazabal y alli comienza su andadura como critica literaria. Sus reseñas hoy dia, siguen siendo un referente en el mundo literario. Es autora de mas de 500 reseñas literarias bajo los seudonimos de nemesis, arteliteratura y nerea. En el año 2007 publica varios relatos con gran acogida por parte del publico. De estos cabe destacar el relato “[El tesoro]” que fue finalista en un certamen literario. En el año 2009 comienza a colaborar con La Comunidad Literaria de El Arte de la Literatura. Durante este año se implica mas en su carrera como escritora y publica varios relatos en diferentes antologias. “Asesino sin rostro” es el que mejores criticas recibe e incluso queda semifinalista en el 1º Certamen Literario de El Arte de la Literatura. Comienza a escribir microrelatos, aunque con ninguno destaca especialmente. En Enero del 2010 Publica su primera novela “Caminos Cruzados”, la cual esta recibiendo excelentes criticas. Y con la que se presenta al 1º Certamen de novela de la editorial Art Gerust En la actualidad esta trabajando en la que sera su segunda novela, Caminos Cruzados 2.

Entrevista a Nerea Uzquiano Segurola en El Arte de la Literatura

Nerea Uzquiano Segurola, conocida en El Arte de la Literatura como Camino (autora en nuestro blog), ha publicado su primera novela.

Esta novela compone el primer libro de lo que será una trilogía. En breve espera que la segunda novela este a la venta.

- ¿Desde cuándo eres aficionada a la escritura?

Desde siempre. De pequeña siempre escribía cuentos. Tenía una imaginación tremenda.

Aunque cuando realmente me aficione a la literatura fue en 8º curso, terminando ya lo que era la EGB. En aquel tiempo coincidí con un profesor. Andres Calvo, que hizo que amara la literatura y la poesia. La pasión que ponía a la hora de enseñar, es lo que hacía de el, un gran profesor.

- ¿Le guardas un cariño especial?

Sin duda. Este libro en cierta manera es gracias a el y a todo lo que me enseño.

- Colaboras con El Arte de la Literatura ya hace mucho tiempo. ¿Cómo surgió?

Me lo plantearon hace casi un año y la verdad es que es una comunidad muy abierta en la que te reciben genial. Me han enseñado mucho y a su vez me han ayudado a que este proyecto vea la luz.

Es una comunidad que se implica mucho a la hora de ayudar a sus usuarios. No solo te dan una plataforma en la que escribir, sino que te ofrecen todo un soporte de ayuda de manera totalmente gratuita. Es fantástico que una gente se implique de esa manera en algo totalmente altruista.

- Háblanos un poco de tu libro.

Como ya os he explicado antes, es la primera novela de una trilogía. Esta dirigida al público juvenil y trata sobre la rivalidad de dos bandas y de cómo el corazón de dos jóvenes se opone a hacer caso de ideologías.

- ¿Para cuando la segunda parte?

Pues espero y deseo que para Abril este a la venta. Ya llevo un tiempo trabajando en ella.

- Según nos has comentado la presentas a concurso.

Si. La editorial Artgerust que me ha publicado la novela, tiene un concurso abierto al que la novela opta. Espero poder llegar a tiempo con la segunda y que también entre dentro del tiempo. Me interesaría mucho que fueran valoradas las dos por el jurado. Con la tercera no creo que llegue a tiempo, aunque se intentara.

- Pregunta obligada. ¿Dónde podemos adquirirla?

Esta a la venta en papel y en formato digital en http://www.artgerust.com/libreria.php?id=951 y http://www.lulu.com/product/tapa-blanda/caminos-cruzados/6330417?productTrackingContext=center_search_results



Agradecemos a Nerea el tiempo que nos ha dedicado y aconsejamos a todos se hagan con un ejemplar de su novela.

Por nuestra parte le ofrecemos toda la ayuda que necesite.

Estamos creando una gira virtual de presentación de la novela. Dado que Nerea es autora de la comunidad queremos poner todo nuestro mecanismo a su servicio.

Capitulo 1

CAPITULO 1

Era increíble. No podía encontrarse con otra gente que no fuera una tribu enemiga. Ella sabía cuando se habían cruzado sus ojos que ellos también habían notado el desprecio.
Recordó al que le había mirado y sonreído con superioridad.
Era moreno y alto, no vestía con la estética habitual. Algo que le sorprendió y no sabía muy bien porque, pero también le molesto.
Al terminar la comida se despidió de sus nuevos amigos.
- A la salida nos vemos ¿Sabes cuál es tu próxima clase?
- Si. Ciencias.
- ¡Ah! Pues Gail te acompaña, el también tiene Ciencias ahora.
Asentí, estaba claro que Mar me iba a poner un guardaespaldas cada vez que tuviera que ir a algún sitio.
- Don Agustín. Ella es Allegra. Es nueva.
- Muy bien Gail ve a sentarte. Allegra allí tienes una mesa libre.
Mis ojos no fueron a la mesa que me señalo, sino a la mesa de atrás. El estaba allí. El chico que había visto en el comedor, me miraba con frió desprecio.
Avance hasta sentarme en el lugar donde me habían indicado.
Estaba nerviosa, sentía su mirada en mi espalda, no sabía porque pero estaba realmente en tensión, como jamás había estado.
No era la primera vez que me tenía que enfrentar a los Skinhead. Cuando vivía en Florida muchísimas veces me había enfrentado a ellos.
Pero no sé porque esta vez sentía que era diferente. Estaba sola en un lugar que no conocía.
- ¿Eres un poco mal educada no?
Me puse más tensa al escuchar su voz, era una voz suave. Muy calmada. Eso también me molestaba. ¿Por qué estaba tan calmado mientras yo tenía todo el vello erizado?
Pero bajo esa calma de su voz también había adivinado un claro tono burlón.
- Pues sí, eres muy mal educada – Insistió.
Me gire a mirarle y desee no haberlo hecho cuando tropecé con los ojos más negros que había visto en mi vida.
Estaba recostado de manera desenfadada en su silla, con una sonrisa irónica en sus labios.
- ¿Te pasa algo conmigo?
Pese a que intente sonar fría, incluso yo note el leve temblor de mi voz. Maldije por lo bajo.
- ¿A mí? Eres tú la que me mira como si quisiera trocearme.
En ese momento se inclino hacia mí entornando sus ojos.
- Aunque pensándolo bien, si quieres trocearme para después comerme igual me dejo.
Volvió a reclinarse en su silla mirándome serio, pero yo notaba la burla de sus ojos.
- Que gracioso.
Intente ignorarle el resto de la clase, aunque no me resultaba nada fácil. Me sentía furiosa, sabía que se burlaba de mí y no me gustaba nada.
Era la primera vez que me sentía incapaz de controlar un ataque verbal de esa gente.
Por fin termino la clase, así que recogí mis cosas y salí de la clase lo más rápido que pude.
Según iba por el pasillo notaba los pasos de alguien tras de mí. Lo peor de todo es que no necesitaba mirar quien era, porque no tenía ninguna duda de que era él.
Cuando ya no pude acelerar más, me decidí a plantarle cara. Pare en seco y le mire.
- ¿Me sigues por algún motivo?
- Tienes el ego muy alto ¿no? ¿Por qué crees que te sigo?
Sabía que se estaba burlando otra vez de mí, así que me dispuse a seguir mi camino.
- Tienes razón, te seguía.
- ¿por qué?
- Solo quiero hablar un minuto contigo.
- Pues yo no.
- Mala suerte para ti, porque vamos a hablar igual.
En ese momento me agarro del brazo obligándome a entrar en un cuarto y cerrando la puerta detrás del.
Mis ojos observaron el lugar y reconocí una especie de cuarto de la limpieza.
Estaba nerviosa pero no me iba a rendir sin plantar cara. Muchas veces me había enfrentado a esa banda y aunque sabía que peleaban fuerte, tenía algunas nociones de autodefensa.
Me prepare dispuesta a enfrentarme a él. El me miraba con sorpresa.
- ¿Pretendes pelear conmigo?
Pues sí, la verdad es que se le veía muy sorprendido, como si eso jamás hubiera pasado por su mente.
- Si – le respondí con toda la seguridad de la que era capaz.
- ¿No es algo estúpido que alguien de tu tamaño pretenda pelear con alguien del mío?
La verdad es que mirándole podía parecerlo. Era increíblemente alto y fuerte. No se parecía en nada a los chicos del instituto. Se le veía un cuerpo mucho mas formado.
- No es la primera vez que me enfrento a vosotros, así que si esperas que me rinda sin presentar batalla estás listo.
Fue en ese momento cuando note que el comprendía lo que ocurría. En lugar de prepararse para pelear, solo se apoyo contra la puerta mirándome.
- Bueno, parece que hemos encontrado el problema.
- Tú eres el problema.
- ¿Yo? Si ni tan siquiera nos hemos presentado formalmente.
- No lo necesito, eres un SkinHead.
- Lo dices como si fuera un insulto.
- Lo es.
- Vamos a ver chica, no tengo idea de quién eres, ni a qué grupo perteneces. Lo que si te aseguro, es que yo no peleo con mujeres.
En ese momento se acerco a mí de manera peligrosa, tenía un brillo extraño en su mirada.
- Bueno, más bien, solo peleo con mujeres en la cama y no te veo muy dispuesta a ello.
No sé qué diablos me ocurrió en ese momento, me sentía explotar de la ira y una poderosa fuerza se apodero de mí.
Todo pasó en décimas de segundo. Fui rápida, pero él lo fue más. Agarro mi mano sin dificultad antes de que esta le golpeara el rostro. La paro a milímetros de su cara.
- No vuelvas a intentarlo – Me dijo en voz muy baja, mientras sostenía mi mano.
- Suéltame – Dije mientras tiraba con fuerza de mi mano para liberarla, el me soltó de pronto y me golpee contra una esquina.
Me quede mirándole con odio mientras me agarraba mi dolorido hombro.
No sé porque pero por primera vez salí huyendo de allí, solo pensaba en quitarme del alcance de sus ojos.
Al salir tropecé con Mar.
- ¿Qué te pasa?
- Nada
- ¿Qué hacías en el cuarto de limpieza? – Me pregunto extrañada.
En ese momento y antes de que pudiera responder, la puerta volvió a abrirse saliendo mi enemigo de ella.
El nos miro con desprecio, mientras Mar abría los ojos como platos, cuando el ya no podía escucharla me arrinconó.
- ¿Qué hacías con Jairo en el cuarto de limpieza?
- Bueno, nada.
- ¿Nada?
- Ya sabes, no nos caemos bien.
- A Jairo nadie le cae bien. Pero eso no explica que hacías con el allí encerrada. A no ser que te encierres en cuartos vacíos con todo el que te cae mal.
- No es nada. Solo que lo que habías dicho es verdad. No es muy inteligente enfrentarme a ellos.
- Te lo dije ¿Te ha amenazado? Si es así, no te preocupes que cuentas con nosotros.
- No, creo que no me ha amenazado.
- Ten cuidado Allegra, Jairo es el más peligroso de todo su grupo. No te imaginas las historias que cuentan de él. Es muy peligroso.
- Tranquila, no tengo intención de volver a enfrentarme a él.
En ese momento se acercaron el resto del grupo y Mar dejo el tema, algo que agradecí ya que no quería hablar más de lo sucedido. Me había hecho huir y eso no me hacía sentir muy orgullosa de mi misma.
- Vamos a ir a tomar algo ¿Te vienes Allegra?
- No, hoy no. Me apetece irme directa a casa.
Todos me insistieron pero Mar les corto en seco.
- Dejarle tranquila, la pobrecilla ha tenido un encuentro muy desagradable con Jairo.
Todos se quedaron mirándome esperando una explicación, pero solo les sonreí y me fui. Total, seguro que Mar les contaba con pelos y señales lo que había visto.
Sabía que al día siguiente iba a tener que dar muchas explicaciones de lo ocurrido.

Prologo

Al despertar todo se me hizo extraño. ¿Dónde estaba? Cerré los ojos con fuerza y pronto recordé.

Mi familia se había mudado de ciudad. Habíamos dejado nuestra Florida natal para trasladarnos a Texas.
Mi padre había sido trasladado y nos había llevado a toda la familia con él.
Yo era la más reacia a irme. Dejar a mis amigos, mi casa, mi novio. Todo era nuevo para mí.

Mi padre, Ion, era programador en una gran multinacional y el cambio había supuesto un ascenso para él.
Mi madre, Elena, un ama de casa que en ningún momento dudo en seguir a su marido. Mi hermano... a mi hermano le daba igual a donde ir.
Así que mi opinión final no importó mucho para nadie.
- Buenos días Allegra
- Buenos días mama.
- Desayunar rápido, no vayáis a llegar tarde el primer día al instituto.
- ¿Qué más da? Total el curso esta empezado y no nos vamos a enterar de nada.
- Allegra por favor.
- Me callo.
Siempre había sido diferente, era callada, me gustaba más observar que hablar. Por eso me gustaban tan poco los cambios.
- Vamos hermanita, el nuevo instituto nos espera.
Fulmine a Garrett, mi hermano, con la mirada. No entendía que es lo que le gustaba tanto de los cambios.
- No me mires así, seguro que encuentras alguna tribu rara en la que puedas entrar.
- Déjame en paz.
En mi ciudad pertenecía a lo que algunos llamaban, una tribu urbana, aunque nunca lo vi así.
Simplemente eran mis amigos, amigos con los que coincidía en su ideología, ropa y manera de ver la vida.
Garrett en cambio era todo lo contrario a mí. Era alegre, trataba con todo el mundo y solo pensaba en salir de fiesta para conocer chicas.

- ¿Eh? Esto no está nada mal – Dijo Garrett sacándome de mis pensamientos.
Mire a mí alrededor y desee no haberlo hecho.
Solo veía niñas monas y chicos que parecían los gemelos de mi hermano.
- No podía ser peor.
- Nos vemos a la salida, no te metas en líos- Le advirtió Garrett.

Avance hacia la entrada, buscaría la clase y me quedaría allí hasta la hora de salida.
Según caminaba cada vez me sentía más fuera de lugar y desee estar en mi anterior instituto con los viejos amigos.
- Hola ¿eres nueva?
No me di cuenta de que alguien se había situado tras de mí en la fila de la secretaria.
Era una chica bajita con coleta.
- ¿Perdona?
- Te preguntaba si eres nueva. No te conozco.
- Sí, soy nueva.
- Pues encantada. Yo soy Mar. Como eres nueva seguro no conoces a nadie, así que yo voy a ser tu guía. Estoy en el periódico y conozco a todo el mundo.
Según miraba a Mar, me daba cuenta de que era todo lo opuesto a mí. No paraba de parlotear. Aunque reconocía que al menos era simpática.
- Anda vamos, te acompaño a tu clase.
- ¿No tenias que hacer nada en secretaría?
- Sí, pero no era nada urgente.
Mientras la seguía por los pasillos me daba cuenta de que tenía razón, todo el mundo la conocía y la saludaba.
Tampoco dejaba de observar que todo el mundo me miraba. Supongo que ser la nueva en un colegio con las clases empezadas tenía eso, te convertía en la novedad.
- Bueno, pues esta es. Te veo en el comedor ¿vale?
- Si claro.
La clase se hizo menos pesada de lo que esperaba. El nivel era bastante parecido y no me costó seguir el hilo de la clase.
No era mala estudiante, así que por ese lado no iba a tener problemas.
Ya era bastante malo ser la nueva, como para también tener que ser la tonta.
El resto de clases pasaron de la misma manera, así que se hizo bastante corto.
Cuando llegué al comedor sentí una estridente voz llamándome:
- Chica, la chica nueva... Estoy aquí.
Todo el comedor giro a mirarme mientras yo deseaba que la tierra me tragase o se la tragase a ella.
- Perdona, no te he preguntado cómo te llamas.
- Allegra.
- Encantada, ¿Te he dicho que me llamo Mar?
- Si.
- Ven a sentarte con nosotros y te presento al resto.
Me presento a toda la mesa uno por uno, para después hacerme un resumen del resto del comedor. No se dejo a nadie. Bueno a casi nadie.
- ¿Y aquellos?
- Aquellos... es mejor que no te relaciones con ellos. Son niños de papa que solo buscan broncas.
Ellos tampoco se juntan con nosotros. Siempre están metidos en líos. Dicen que son Skinhead.
Mi corazón dio un vuelco. Enemigos. No era cualquiera, eran enemigos para ella. Representaban todo lo que más odiaba en un ser humano.

Mientras les observaba, uno de ellos se volvió a mirarme. Le mantuve la mirada con ojos de desprecio.
El solo sonrió.

- Deja de mirarles, te vas a meter en un lió. – Comento Gail, uno de los chicos de mi mesa.
- ¿Por qué? Si no les gusta que les mire que se vayan a otro sitio
- No es muy inteligente que te metas con ellos en tu primer día, pero tu veras – me avisó mar.
- Seguramente – Respondí

Caminos Cruzados